El caso de Moisés, el perrito yorkshire que fue robado en medio un portonazo en Maipú, puso en la palestra un lucrativo delito que crece día a día en Chile. Se trata del robo de mascotas.
Sí bien las penas por este tipo de delito pueden llegar a los 3 años y 1 día de prisión, la falta de fiscalización efectiva ha hecho que los delincuentes encuentren un nuevo nicho desde donde conseguir recursos.
Faltaban solo 10 minutos para que iniciara el toque de queda, cuando el pasado miércoles 13 de enero un grupo de delincuentes realizó un portonazo en la comuna de Maipú. Allí no solo se robaron el vehículo de la víctima, sino que también a la mascota de la familia: Moisés.
"Mi perrito venía con mi hija en el auto y mi hija estacionó para guardar el auto, abrió el portón, se bajó para abrir el portón... Cuando le hicieron el portonazo seguramente los cabros no se dieron cuenta que el perro estaba adentro", cuenta Flor Cartagena, dueña de Moisés.
Ni la ayuda de vecinos y de la familia evitaron el robo del pequeño perro yorkshire, una de las razas de perro más cotizadas a nivel nacional.
"Sentí unos gritos y mi nieto me dice: '¡Mi mamá!'. Salimos corriendo todos, pero cuando ya salimos corriendo los gallos ya se estaban yendo. Los vecinos de al frente salieron a ayudarla, pero uno de los vecinos salió con un palo, pero un galló lo apuntó (con una pistola)", dice Flor.
Así la familia perdió su vehículo y a Moisés, iniciando una campaña para poder encontrar a su querida mascota.
La falta de fiscalización hace que cada día sean más las mascotas robadas en el país. A través de redes sociales se comercializan mascotas por un lucrativo precio sin el control de ninguna entidad.
"Los marketplace de Facebook, de Instagram o de cualquier otra red social, no te exigen acreditar cuál es el origen de estas especies, ni acreditar si es que efectivamente son de esa raza, por lo tanto, las personas los pueden adquirir libremente, y lamentablemente nosotros no tenemos ningún tipo de control sobre lo que se está vendiendo en esas redes sociales", explica Rebeca Zamora, abogada penalista y académica UCEN.
El robo de perros de raza bulldog francés o yorkshire es algo que siempre ha existido, por lo que tener inscritos a los animales en el Registro Nacional de Mascotas, enmarcado en la Ley de Tenencia Responsable o Ley Cholito, es una forma de evitarlo.
A través del microchip que se les inserta a las mascotas es posible conocer sus datos y encontrar a sus dueños legítimos rápidamente. Algo que no sucedió en el caso de Moisés por no estar inscrito.
"Si él hubiera andado con su chip lo hubiera encontrado más luego, pero ahora sí le voy a poner un chip a mis perros porque se pierden, y él no sabe andar solo en la calle", dice Flor.
Hasta la fecha, más de un millón y medio de mascotas forman parte de este registro, cifra menor a la población estimada de mascotas en Chile, que superan los 3 millones. Pero a pesar que este delito no existe como tal, igualmente hay penas para quienes se decidan a cometer este tipo de robos.
"Tenemos distintos vacíos en la materia, no tenemos un hurto de mascotas propiamente tal, sino que tenemos el delito de hurto para las cosas muebles... tenemos asociado una pena es de multa que puede llegar hasta las 20 UTM y penas que en realidad no superan los 3 años y 1 día", dice la abogada Zamora.
El caso de moisés fue altamente difundido en redes sociales y provocó que dos días más tarde fuese hallado por personal de Carabineros. Una historia que no todos los dueños de mascota pueden contar.